Ensayo - La ciudad de Dios.
CIUDAD DE DIOS
Ciudad de Dios
Narra la vida de varias personas que habitan en una favela en Río de Janeiro a lo largo de casi treinta años, entre los sesenta y los ochenta. Su mismo rodaje estuvo condicionado por las relaciones de poder que vertebran este submundo: los realizadores tuvieron que pedir la colaboración del jefe de una favela para poder filmar en su zona y disponer así de las condiciones de seguridad adecuadas para poder realizar la película. El jefe autorizó la realización del filme con la condición de que se contratara a la mayoría de actores y extras entre la misma gente de la favela. De esta manera la gran mayoría de los personajes de la película fueron de ahí mismo, lo que contribuye también a dar mayor verosimilitud a la historia.
El ritmo acelerado con el que se ha realizado la película facilita la atención de un público joven, a pesar de su larga duración y la diversidad de personajes e historia entrecruzadas. El filme se caracteriza por una puesta en escena frenética que recuerda el montaje de un videoclip agresivo y entrecortado, estética “sucia”, una fuerte carga emocional e imágenes impactantes. Pero a pesar de la crudeza de las situaciones que se están mostrando la película no tiene un tono deprimente, sino que consigue mantener el humor y la alegría. En muchos aspectos estéticos responde a lo que el público masivo espera encontrar en un filme de acción, sin embargo detrás de ella se encuentra una obra extraordinaria de gran contenido social que nos permite un acercamiento a la dura realidad de la marginalización urbana en Latinoamérica.
La vida en los suburbios de las grandes ciudades latinoamericanas se ha ido deteriorando progresivamente. En el caso concreto de la película, se nos muestra la evolución de una urbanización construida en los años sesenta con el propósito de albergar familias sin vivienda, y que en poco tiempo acabó convertida en una ciudad marginal regida por sus propias leyes e impenetrable para quienes no viven allí. Se trata de barrios para gente pobre, en muchas ocasiones expulsados de las zonas rurales por falta de oportunidades. Una vez en la ciudad su vida cotidiana se irá degradando, sin políticas públicas y sin empleo. De hecho, los jóvenes crecen sin una socialización en el trabajo. Así, por ejemplo, cuando al principio de la película dos ladrones del Trío Ternura pasan la noche escondiéndose de la policía en un árbol, después de haber cometido un robo, uno de ellos se pregunta que cómo será trabajar.
Progresivamente la delincuencia irá tomando mayor peso en la articulación social de la comunidad. La violencia arrastra a los habitantes de la favela como única garantía de éxito y/o de supervivencia. La misma evolución de las formas en las que se desenvuelve la delincuencia resulta significativa: de las situaciones casi románticas de los primeros ladrones de las favelas en los años sesenta, justo cuando nace el asentamiento de Ciudad de Dios, con unos delincuentes cargados aún de inocencia, hasta el progresivo incremento de la violencia, el uso de las armas de fuego y la expansión del narcotráfico en los años setenta, para llegar a una situación de caos total al final de la década siguiente. Un momento central en esta evolución es el momento en el que Zé Pequeno decide que lo que hay que hacer es dejar de robar y dedicarse a traficar con droga. Desde ese momento todo adquiere unas dimensiones desproporcionadas y la economía de la droga adquiere un protagonismo fundamental en la vida de los suburbios urbanos.
Igualmente el peso social de los delincuentes varía: inicialmente nacen de la comunidad y la misma comunidad les protege. Posteriormente acaban ocupando un lugar central en la vida del barrio, lo controlan y protegen a sus habitantes de otras bandas. Al final, el caos se instala y cada vez hay menos reglas y pautas de conducta comunes. Pero en este proceso de degradación también hay actores externos, así la película denuncia la implicación y complicidad de la policía en la venta de armas y su corrupción.
Otro de los temas sobre los que merece llamar la atención que aborda la película es sobre la situación de los niños en la favela. A medida que pasa el tiempo, la degradación ambiental afecta también a los más chiquitos. Los niños que acaban controlando el negocio del tráfico de drogas al final de la película saben que probablemente no llegarán a adultos. Su niñez cada vez es más corta. Así por ejemplo, resulta significativo que uno de los niños diga, en un momento de la película, que ya es un hombre por el hecho de ya haber fumado, inhalado, robado y asesinado. Se trata de una nueva generación familiarizada con el crimen, que ha crecido con él y que acaban controlando despiadadamente este ambiente.
La violencia social
En Hispanoamérica, los comportamientos violentos entre los jóvenes, asociados a la pobreza y a la incultura, empiezan a alcanzar niveles realmente preocupantes. Aunque tal vez por diferentes motivos, en Europa, a causa de la intolerancia y la falta de oportunidades, esta violencia está empezando a extrapolarse a nuestra realidad cotidiana. En estos casos, la educación aparece como el medio más adecuado para desarrollar prácticas preventivas.
El objetivo de la educación ha de ser transmitir a las nuevas generaciones el bagaje acumulado por la humanidad. La paz, la tolerancia, los derechos humanos y la democracia han de ocupar un lugar destacado. Los jóvenes han de tomar el relevo de un mundo mejor, y por ello desde la escuela se han de fomentar este tipo de actitudes. La prevención ha de ser el máximo objetivo de la educación.
Para desarrollar este clima de paz y tolerancia desde el ámbito educativo, se han de desarrollar las siguientes condiciones:
· Adecuar la enseñanza a las necesidades de la adolescencia: sumir derechos, deberes, aprender a ejercer el poder y la responsabilidad, que tengan protagonismo el desarrollo y la autonomía y la identidad personal.
· Reducir las situaciones de riesgo que, como muestra la película, faciliten este tipo de comportamientos. Hay que potenciar las políticas sociales.
· Orientar la intervención para favorecer cambios cognitivos, afectivos y conductuales. Se ha de potenciar la tolerancia y el rechazo a la violencia como estrategia para prevenir conflictos.
· Avanzar en el desarrollo de una idea de democracia e igualdad. Los profesores han de saber transmitir valores y alejar a los alumnos de la idea de un mundo competitivo y donde sólo prime el dinero. Se ha de ofrecer a los alumnos otras opciones que abarquen desde el ámbito laboral hasta el profesional.
Ciudad de Dios refleja muy acertadamente esta idea de violencia social. Es decir, nos muestra las variables de riesgo que vienen delimitadas por la pobreza y los condicionantes sociales, y nos habla de la necesidad de fomentar el riesgo y la protección. A este respecto, los personajes de Buscapé y Dadinho serían las dos caras de la moneda: mientras uno busca en el trabajo y los estudios una forma de salir de su situación, el otro acepta la violencia y la delincuencia como la única salida posible a su miseria. Evidentemente, en el comportamiento de los dos muchachos también entran una serie de componentes de diversa naturaleza que sería interesante analizar:
· Componentes cognitivos: Impiden analizar la realidad y conducen a verla sin matices, como si fuera blanca o negra. No se analizan los problemas, se extraen conclusiones excesivamente generales. Estos sujetos tienen problemas en el procesamiento de la información y en la toma de decisiones. Sería el caso de Dadinho.
· Componentes afectivos: El riesgo de este tipo de violencia aumenta cuando ésta se asocia a valores o personas con las que el sujeto se identifica. Las mafias y los ladrones del barrio son un punto de referencia para todos los muchachos de la película.
· Componentes conductuales: Se produce la violencia por falta de habilidades que permitan resolver los conflictos sociales sin necesidad de recurrir a ella. Sería el caso de Cabaleira y su airada reacción contra Dadinho.
EL ETNÓGRAFO
El Etnógrafo apuesta por otras formas de divulgación científica documental porque desplaza su contenido científico hacia otros espacios. En consecuencia, como afirma Molfetta, este documental figura un giro hermenéutico respecto del tradicional documental interactivo. La ciencia se traslada a sitios o dimensiones de otra índole: “de la ciencia a la política, del saber al practicar, del mostrar al discursar hacia un espacio social” . Y esto se logra en un marco documental, donde se juega una poética, una estética y recursos estilísticos que complejizan la construcción de sentido en tanto se juega un saber sobre el mundo, un saberse discurso y una interpretación que se proyecta más allá de los 85 minutos del filme. Se plantea “una verdad” que arde a pesar de y por las convenciones del cine, y resplandece intuyendo que generará consensos, incertidumbres, suposiciones y disensos, casi hasta enfriarla.
Además, no hay posibilidad (ni elección) –ni por el contenido en cuestión ni por la “ventana” para la que fue pensada la película (la pantalla de cine) - de poner en juego técnicas similares a las que se utilizan para el caso de contenidos de las Ciencias Naturales y Exactas, a saber: registro cuadro a cuadro (con intervalos o no), microfotografía, videoscoping, animación, filmaciones aéreas, apoyatura gráfica, ralentizaciones, o aceleraciones, etc. Lo que muchas veces permite el acercamiento a fenómenos difíciles de estudiar a simple vista de modo atractivo
Comentarios
Publicar un comentario